El primer pueblo del Valle de Aran.
Cuentan que Vilamòs fue el primer pueblo que se fundó en el Valle de Aran, aunque entonces no tenía el mismo nombre ni se encontraba en el mismo sitio. Estaba situado a un km. de la actual población cerca del Puig de Sant Miqueu, y de la Capilla de Sant Miqueu de la que tomó su nombre.
Este pueblo, según algunas versiones, fue destruido por una riada, aunque también cuentan que fue una invasión la que lo destruyó como les ocurrió a muchos pueblos que llevaban nombre de santos.
Se cree que el primer asentamiento data del año 1.282 y ya contaba con unas 40 casas. En el siglo XVIII la población pasó de 61 habitantes en el año 1.716 a 129 en el 1.787, para sobrepasar los 300 a mediados del siglo XIX, 339 habitantes en el año 1.857.
Después la población fue disminuyendo gradualmente hasta que a principios del siglo XX se estabiliza gracias a las explotaciones mineras. A partir de los años 60 se inicia otro descenso que no encuentra recuperación hasta mediados de los 90.
En algunos documentos medievales el lugar aparece como Bilamos o Villamos, formó parte inicialmente del terçó de Bossost para pasar más tarde a ser cap del terçó de Lairissa (que comprendía Vilamòs, Arres, Arró, Benòs, Begòs i les Bordes).
Llegó a ser residencia del lugarteniente del Batlle de Bossost y de dos cónsules.
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